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TDAH EN ADULTOS: CÓMO SOBREVIVIR AL CAOS EN EL TRABAJO Y LAS RELACIONES (SIN PERDER LA CABEZA)

Si te resulta difícil concentrarte debido a pensamientos, conversaciones o ruidos, o si tu pareja siente que vives en otro planeta porque has olvidado nuevamente su cumpleaños, no estás solo. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en adultos puede representar un desafío emocional y mental, particularmente en dos aspectos fundamentales de la vida: el trabajo y las relaciones interpersonales.

Cuando el TDAH interfiere en el ámbito laboral

Es común comenzar una tarea con gran motivación y, pocos minutos después, encontrarse navegando por videos en internet o abriendo múltiples pestañas sin recordar el propósito inicial. El TDAH en el trabajo puede manifestarse como un torbellino de distracciones, procrastinación y dificultades para cumplir con los plazos establecidos.

Algunos de los síntomas más frecuentes incluyen:

  • Dificultad para priorizar tareas: Todo parece tener la misma importancia, incluso reorganizar innecesariamente el escritorio.
  • Procrastinación crónica: La tendencia a posponer tareas bajo la creencia de que «se trabaja mejor bajo presión».
  • Problemas de concentración: Saltar de una idea a otra sin lograr completar la tarea inicial.

Para mejorar la productividad, se pueden implementar estrategias prácticas como:

  1. Dividir las tareas en pequeños pasos: Cada microtarea completada representa un logro que motiva a continuar.
  2. Utilizar calendarios y alarmas: Herramientas como Google Calendar pueden ayudar a planificar el trabajo, incluyendo los descansos.
  3. Crear espacios libres de distracciones: Reducir el uso del celular y las redes sociales durante la jornada laboral.

Cuando el TDAH afecta las relaciones interpersonales

El amor y la amistad son pilares fundamentales en la vida, pero el TDAH puede dificultar la comunicación y la convivencia. Algunos de los desafíos más comunes incluyen:

  1. Olvidos frecuentes: No se trata de falta de interés, sino de una dificultad para retener información relevante.
  2. Dificultad para escuchar activamente: Mientras una persona habla, la mente puede divagar en pensamientos no relacionados.
  3. Reacciones emocionales intensas: La gestión emocional puede ser un reto, lo que en ocasiones genera conflictos.

Para mejorar las relaciones interpersonales, se recomienda:

  • Utilizar recordatorios para fechas importantes: Alarmas y aplicaciones pueden ser aliadas clave.
  • Aplicar técnicas de pausa: Antes de reaccionar impulsivamente en una conversación, es útil respirar profundamente y reflexionar.
  • Fomentar una comunicación clara: Explicar a familiares y amigos cómo funciona el TDAH y solicitar su comprensión puede mejorar la empatía y el apoyo mutuo.

El TDAH no es un enemigo

Si bien puede representar desafíos, el TDAH también conlleva aspectos positivos. Las personas con esta condición suelen ser creativas, resilientes y poseedoras de ideas innovadoras. Aprender a gestionarlo no implica cambiar la esencia de la persona, sino desarrollar estrategias que permitan potenciar sus fortalezas.

Si el TDAH está afectando tu desempeño laboral o tus relaciones personales, es momento de tomar medidas. Con planificación y apoyo adecuado, es posible transformar el caos en equilibrio y aprovechar al máximo el propio potencial.

Ps.Priscilla Muñoz